Lo que comemos afecta no solo la figura, sino también cómo pensamos, sentimos y reaccionamos.
Así es como la comida puede apoyar su cerebro y su estado de ánimo:
Productos que favorecen la sensación de bienestar.
Las bayas, los plátanos, el chocolate oscuro y los frutos secos estimulan la producción de serotonina, la llamada hormona de la felicidad.
Grasas para el cerebro.
Los ácidos grasos omega-3 (presentes en el salmón, la caballa, las semillas de lino y las nueces) mejoran la memoria y la concentración.
Vitaminas del grupo B.
Ayudan a que el sistema nervioso funcione de manera estable; se encuentran en los cereales integrales, las espinacas y los huevos.
El agua como combustible para la atención.
Incluso una leve deshidratación reduce el nivel de concentración, por lo que un vaso de agua a veces es mejor que otra taza de café.
Qué reducir.
El exceso de azúcar, la comida rápida y las bebidas energéticas provocan cambios bruscos de ánimo y fatiga.
La alimentación es energía para el cuerpo y la mente. Cuidar su dieta significa tener un estado de ánimo estable, claridad mental y equilibrio interno.
